Desde que tiene uso de razón, Íñigo Muma vive entre sonidos. De pequeño, en el regazo de su madre, ya se cantaba a sí mismo sin saberlo. Hoy, después de años de lucha interna y de seguir caminos ajenos, ha decidido escucharse de verdad: dejar en pausa la universidad y apostar sin miedo por lo que siempre ha SIDO: compositor y pianista.

Comenzó sus estudios en la escuela de música de san adrián , a los 11 años compuso su primera obra :Carmen. Continuó sus estudios profesionales en el Conservatorio de Calahorra y su último año se trasladó al conservatorio Pablo Sarasate de Pamplona , donde compaginó su último año de estudios musicales con 1º de Ingeniería agrónoma en la UPNA.

Tras su etapa académica se lanza a cumplir su sueño : compartir su música con el mundo aportando un grano de emoción y sinceridad a la sociedad.

Utiliza sus redes sociales para compartir su música y organiza conciertos en diferentes partes de pamplona

Su música es el punto donde se cruzan dulzura tensión, silencio y calma. Inspirado por Falla, Liszt, Ólafur Arnalds, Max Richter o Ludovico Einaudi.

Llevar su música a parques, calles y rincones naturales de España y Europa, para compartir lo que él llama sinceridad pública: tocar desde lo que uno es, sin máscaras. Porque vivir no es fingir ser fuerte, sino emocionarse por lo que sea, y atreverse a sentirlo.

En su primer concierto al aire libre, al borde de las murallas de la Ciudadela de Pamplona, una persona lo observó en silencio durante minutos. Ese instante de conexión fue tan intenso que, al irse el espectador, Íñigo sintió que caía de las nubes: tocó las notas equivocadas, pero entendió algo esencial. Esa es la fragilidad que busca en su arte: la verdad emocional sin filtros.